viernes, 22 de mayo de 2009

EL CARTERO SIEMPRE LLAMA DOS VECES….


Ayer me puse realmente contento, ayer la alegría fue mi más fiel amigo, ayer por fin me llegó por correo un libro que llevaba buscando hace muchísimo tiempo y que vi por Internet hace como 10 días aproximadamente. Cuando lo vi por la red pensé que lo que había ojeado por Internet era un espejismo, un gran lago en medio del desierto, que ese libro que se titulaba igual al que yo buscaba no podía ser el mío, que sería una equivocación de la librería. Pero aún así me arriesgué a pedirlo, tenía que intentarlo, no me podía rendir ahora que se veía una luz al final del túnel, ahora que ese libro se presentaba ante mí, no me podía quedar impasible esperando a que otro también lo viera y me lo quitara, así que pulsé el botón de “PEDIDO” y lo solicité.

Las 19:00 horas de ayer fue el momento mágico en que sonó el timbre de casa dos veces, no lo había oído la primera. Yo abrí la puerta con un aspecto desaliñado, despeinado, sin camiseta y….SORPRESA!!!! El cartero de correos me esperaba con un paquetito que solo canjeaba si echaba una firmita en un papelote medio arrugado. Me sobresalté sobre él, le arrebaté el papel y le eché un autógrafo hasta con dedicatoria, todo por tener ese paquete en mis manos, todo por comprobar que aquello tan bien embalado era ese libro, mi libro, mi tesoro.

Al romper el precinto introduje mi mano lentamente en la cajita y fui sacando despacio, tan despacio como saca el mago una paloma de su chistera, su contenido y…..efectivamente, allí estaba esa maravilla, me quedé con la boca abierta y la babilla fuera…ESE LIBRO ESTABA ALLÍ!!!

Ayer habían pasado 10 días y por fin llegó, ya casi me había olvidado de él, no mantenía la esperanza, suelo ser pesimista por naturaleza y no pensaba cambiar en esta ocasión. Pero en este caso el libro me eligió a mí entre posibles compradores, decidió acompañarme a casa, descansar en mi estantería y formar parte de mi pequeña biblioteca de unos 1500 libros (espero que siga creciendo aunque mi madre me eche de casa…si alguien me acoge a mí y a mis 1500 hijos…..DECIRLO!!!!). ¿No os doy pena?

¿Qué libro es? Os preguntareis….pues es un libro que se publicó en Madrid en 1945, lleno de poemas tanto en verso como en prosa. Libro con 64 años a sus espaldas. Se titula: “ESPUMA, NUBE, VIENTO” y es de Torcuato Luca de Tena (que publicó cuando tenía 22 años), al que muchos conoceréis por “edad prohibida” o “los renglones torcidos de dios”. Torcuato es un autor que me gusta mucho, que fue quién me introdujo en el mundo de la lectura y al que tengo mucho cariño. Me gusta y punto, tengo en casa casi toda su bibliografía, unos 50 libros que escribió a lo largo de su vida. Es un autor con el que conecté aunque no tengamos nada que ver: escritor de derechas, muy católico, muy conservador, de una familia “bien” y yo….todo lo contrario!!! Pero eso da igual, la literatura no tiene fronteras. Y sentí mucha pena cuando falleció, todavía me acuerdo, el día 1 de Junio de 1999, nunca se me olvidará por cuestiones que no vienen al caso.


Hay libros difíciles de conseguir, que se resisten, que juegan contigo al escondite y no hay Dios que los encuentre. Son libros que cuando se publicaron tuvieron mayor o menor éxito pero que con el tiempo se agotaron y una losa de polvo los cubrió y desaparecieron para siempre, cayendo a un abismo de olvido e indiferencia.

Pero al fin, este libro vino a mí, al fin este libro viejo, cargado de historia y lleno por completo de manchas amarillas que el tiempo ha ido depositando sobre sus lomos me pertenece y estoy contento. Un gran regalo, aunque yo me lo haya regalado a mi mismo, eso que más da.

Hoy quería compartir con vosotros esta alegría que sentí ayer y algo de este libro, algo que os anime a seguir leyendo, a que me pidáis el libro para continuar leyendo (aunque es difícil que deje este libro, solo a personas especiales). Os dejo un poema en prosa precioso que me ha encantado, es mi favorito de todo el libro, espero que os guste y os ayude a afrontar con más fuerzas este viernes sofocante, pero viernes al fin y al cabo.

Ahí va:

TERNURA

“no recuerdo el tiempo que estuvimos en silencio. Cuando me di cuenta, era de noche y comprendí que las horas habían corrido sin hacerme caso. Fue aquella la primera vez que asistí a un crepúsculo sin ver el sol ahogándose lenta, desesperadamente en el mar.
Quise recordar mi pensamiento en aquellas horas, pero mi memoria se negó a profanar el sagrario de aquella plenitud. La paz había llenado de tal manera nuestras almas, que el tiempo y las ideas carecían de espacio para correr dentro de nosotros. La paz que me llenaba eras tú. Ahora pienso que, al sentarnos frente al mar, debí volcar a través de mis pupilas todo mi antiguo mundo interior, lleno de pequeñeces, afanes, vanidades. Cuando estuve vacío, cerré los ojos para que nada extraño a ti pudiera entrar en mi interior…, y el vaso de mi espíritu se fue colmando de ti, que manabas ternura y quietud como una fuente de paz. Fue tan limpia, tan pura esta sensación mía y estabas tan dentro de mi alma, que adiviné que no podría mancharla sin mancharte. Aquella noche aborrecí el pecado por amor a ti.

Seguías con los ojos cerrados, pero no dormías. Tus dedos se movían lentamente, sobre mi mano, acariciándola. No hacía frío, pero yo te arropé con mi pensamiento. Debiste notarlo, porque abriste los ojos y me miraste largamente, sin pestañear, hasta que una lágrima quiso abrirse paso en tus pupilas. Cerré tus párpados con mis labios y te besé en los ojos para que no vieran la humedad de los míos. Después miré a la noche desafiándola, deseando poder defenderte. Te arropé de nuevo. Te estreché contra mí y el tiempo se detuvo otra vez.”

1 comentario:

jorge dijo...

sabrias la manera de encontrar otro ejemplar?? te dejo mi correo jorgeortizrobla@telefonica.net