MEJOR FUERA QUE DENTRO...

Los personajes de la saga de películas de shrek (que por cierto tengo :D), lo decían en la segunda parte, Shrek 2: "Mejor fuera que dentro". Ellos se referían a los gases, pero yo creo que aunque en el momento de sacarlos pueda incluso doler, también es una buena frase para los sentimientos.

Llevo todo el día de ayer de reflexión, de introspección diría yo más bien, y he llegado a la conclusión que es mejor expresar lo que sentimos, ser sinceros con un amigo y compartir todo lo que llevamos dentro. Durante días he observado que el verdadero Santi no se manifestaba, que había desaparecido y que un impostor se había adueñado de él: cambios de humor, seriedad, quedarme en silencio cuando normalmente no paro de rajar, ser un poquito borde en ocasiones, pesimismo y una actitud victimista que no va conmigo.

El que me conoce sabe que soy una persona alegre, divertida, infantil, detallista, cariñosa (o al menos eso creo), que le encanta divertirse, disfrutar de su tiempo con la gente, con los amigos que de veras demuestran que son especiales, una persona inquieta, con la que se puede charlar de todos los temas y en la que se puede confiar. Los que me conocen saben que le doy mucha importancia a las cosas y me encanta ser así: para mi es muy importante la amistad, tengo pocos amigos pero los que tengo me gusta presumir que son de los que nunca me fallarán.

En definitiva, llevaba una temporada que el verdadero Santi estaba encerrado en una mazmorra y no podía salir, pero ha llegado la hora de reflexionar y dar un giro de 180 grados, sincerarme y compartirlo con todos vosotros…

Soy una persona que se encabrona a piquitos, como me dicen continuamente, soy un pulgas. Primero, me molesto, luego me mosqueo, me enfado, me cabreo, al final me encabrono y ya no hay vuelta atrás. Cuando lo que se debería hacer es, como dice el refrán "más vale una vez colorado que ciento amarillo", coger, pasar un mal trago y decir: "Mira, pepita, me ha molestado que digas/hagas/actúes... y, aunque sé que no lo has hecho a propósito, me gustaría que no lo volvieras a hacer."

Y la otra persona, si de verdad te estima como amiga, no lo volverá a hacer, o si lo hace, te pedirá perdón.

Pero no, yo nunca aprendo. Bueno, supongo que los demás tampoco, a veces pasa que no nos damos ni cuenta que a los demás les pueden enfadar actitudes nuestras. No por eso hay que dejar de llevarse bien. Yo por ejemplo he llegado a perder auténticas amistades por no decir lo que me molestaba. Quizá si lo hubiera dicho me hubiera dado igual, porque a veces las posiciones de cada uno son irreconciliables. Pero otras no.

Con todo esto no quiero decir otra cosa sino que, en este día de Junio caluroso, he decidido hacer propósito de enmienda. Llevo una temporada algo nervioso por mi futuro inminente, las dudas, los problemas, todo se me echa encima. Y aunque intento disimular un poco, la cabeza me va a explotar. Hoy me animaban diciéndome: "Tranquilo, al final todo llega, al final encontraras el trabajo que te guste y la mujer que te haga feliz", a lo que yo respodía: "Ya, ya sé que todo eso llegará en algún momento, por eso estoy de los nervios, porque el trabajo que quiero no viene y la mujer que me gustaría se que tampoco vendrá".

Pero en general, sin embargo, me encuentro optimista y por eso creo que es hora de echar el freno y hacer una reflexión interna sobre lo que debo cambiar para seguir sintiéndome bien conmigo mismo. En la vida lo que tenga que ser será, no hay que darle más vueltas, solo hay que disfrutar del momento.

Primer propósito: Mejor fuera que dentro. Decir que no está bien que te traten así o que prefieres que te hablen de otro modo es algo que se puede hacer sin enfados, gritos y mucho menos rupturas.

Segundo propósito: Ser un poco más comunicativo. Levantar el teléfono no provoca hernias. Coger el móvil cuando te llaman tampoco es un delito. Lo mismo digo con los emails, dedicar media horita a escribirlos no es tan malo.

Tercer propósito: Cuando alguien me haga una "pua", intentar ver los rasgos definitorios de esa persona, el mundo no está contra nadie, lo mismo lo ha hecho sin darse cuenta. Aprender a no tomarme todo a la tremenda. Todos cometemos errores.

Cuarto propósito: pediros disculpas a todos aquellos que habéis aguantado mis cambios de humor, mis pulguillas en el curro, los fines de semana, por teléfono, en los viajecitos que hemos hecho, etc. Pedir disculpas siempre es bueno.

Quinto propósito: Conseguir demostrar un poco más los sentimientos. No os hagáis ilusiones, no os voy a hacer regalos a todos, pero a lo mejor sí decir un "te quiero mucho" a un amigo, darles un abrazo más largo de lo habitual, no rehuir los besos de despedida...y para demostrarlo, os digo un “os quiero” desde aquí.

Estos son mis propósitos, semana nueva y vida nueva….estáis de enhorabuena porque el viejo Santi ha vuelto para quedarse y promete dar mucha caña….


Porque en el amor, en la amistad, en la familia, en el desamor, en los enfados, en las reconciliaciones….siempre es mejor aquello de “MEJOR FUERA QUE DENTRO”