QUE HACEN NUESTROS PADRES CUANDO NO ESTAMOS EN CASA……

¿Nunca os habéis preguntado que es lo que hacen nuestros padres cuando no estamos en casa? No me digáis que no, seguro que muchas veces…yo a veces si, ¿ven la tele? ¿Cenan juntos mientras que ven el telediario? ¿Se duchan? ¿Charlan tranquilamente mientras La Noria gira en la tele? ¿Leen un libro? ¿Escuchan esas canciones de los años 60 típicas de los guateques a los que iban?..... ¿o ven una película en DVD muy juntitos mientras se tocan? ¿O se besan apasionadamente con un frenesí que ni siquiera nosotros conocemos? ¿O se duchan los dos juntos extendiendo el jabón por partes que ni siquiera sabían que existen? ¿O le hace nuestra madre un estriptis a nuestro padre con una luz tenue mientras suena la música de nueve semanas y media?.....porque…..¿NUESTROS PADRES HACEN EL AMOR?.....NOOOOOOOO, seguro que nuestros padres no pueden hacer eso!!!!! Seguro que lo habéis pensado alguna vez….pues sí chicos, nuestros padres también hacen el amor, disfrutan del sexo como todos…. ¿por qué siempre pensamos que nuestros padres no pueden hacer eso? Entonces…. ¿Nosotros de donde venimos? ¿De la cigüeña? ¿De París?

Claro, no puede ser, no puede ser que nuestros padres con casi 60 años hagan el amor, como va a ser eso - nos echamos las manos a la cabeza- ….seguro que la pasión ya se acabó, solo les une el cariño….NO CHICOS, NO, DESENGAÑÉMONOS, NUESTROS PADRES TAMBIÉN HACEN EL AMOR!!!!Y gracias a Dios, porque nuestros padres nos enseñan a diario la lección más bonita del mundo, nada de un master sobre física cuántica, ni una lección magistral sobre la teoría de la relatividad, todo eso es mierda comparado con lo que nos enseñan a diario nuestros padres, nuestros padres nos enseñan cada día la grandeza del amor, nos enseñan cada día que el amor para toda la vida aún existe, que el concepto de pareja es posible aún en esta sociedad en la que los valores cada vez se pierden a un ritmo más acelerado, que la pasión no es eterna pero que hay otras cosas que la complementan, que el cariño y la complicidad se incrementan con los años, que las peleas son comunes en una pareja pero que el respeto jamás debe perderse, que la fidelidad no es un castigo sino un premio cuando uno sabe que quiere a la persona que está a su lado, esa persona que envejecerá con nosotros, que compartirá todo, esa persona que evolucionará contigo dejándose atrás con el tiempo el frenesí propio de la adolescencia, dejaremos de practicar sexo todos los días para hacer el amor de forma más selecta….y el sexo con 60 años no tiene que ser peor que con 25 años, hay que tener en cuenta que después de tantos años tu pareja sabrá perfectamente que es lo que te gusta, donde tiene que detenerse más, que no debe hacer, etc.
Con la edad los cuerpos se estropean pero…. ¿eso que importa? Lo que te aporta esa persona nadie te lo puede dar, ni mucho menos una canita al aire con un yogurín de 20 años guapetón y fuerte pero vacío por dentro y sin ningún tipo de interés… ¿Qué nos puede aportar esta canita al aire? ¿Sexo duro y sin frenos con 60 años? a lo mejor con 60 años ya no te apetece eso…

Nuestros padres nos demuestran cada día que el amor existe, que puede existir el amor para toda la vida, ese de “hasta que la muerte nos separe” siempre y cuando la chispa siga ahí y tu quieras estar con esa persona que a lo mejor no te aporta la misma pasión o deseo que al principio de la relación pero que sin embargo estamos convencidos que queremos que sea nuestro/a compañero de viaje.

Además, ¿Qué es la pasión? ¿Por qué la tenemos tan sobrevalorada? Es un mito eso de que la pasión sea la chispa del amor, que la pasión sea lo más importante en una pareja aunque verdaderamente tenga una gran importancia. Yo siempre he pensado que la pasión es el peor enemigo del amor, la pasión solo es humo que se desvanece con el más leve soplo de viento, un oasis de agua en el desierto que nos calma la sed pero que nos llena de arena los ojos, una traca final de fuegos artificiales, dura, intensa, excitante, un orgasmo lleno de sensaciones pero a su vez corta, sin color y que finaliza en un silencio difícil de llenar cuando la relación solo se sustenta sobre la pasión. Las relaciones que solo se construyen sobre los pilares de ese espejismo llamado pasión están condenadas, irremediablemente, a la muerte.

Debemos ser inteligentes, como ya hicieron nuestros padres, y no dejarnos llevar solo por el deseo, por el sexo, mirar más allá y buscar una persona que nos atraiga pero que también nos aporte todo aquello que necesitamos, no dejarnos llevar solo por un polvazo maravilloso que en el fondo no conduce a nada. Debemos buscar una persona buena, que sea nuestro cómplice tanto en la vida cotidiana como en la cama, una persona que te complemente, con la que puedas charlar de todo, a la que puedas contar tus cosas, hacer planes maravillosos, que no te falte el respeto, que te valore…una persona que nos haga feliz. Yo siempre he pensado que muchas veces el culpable de nuestra infelicidad somos nosotros mismos.

La vida son elecciones y muchas veces es necesario pararnos al borde del camino y valorar que es lo que queremos, que camino debemos escoger: aquel que nos conduce a una pseudo felicidad pasajera o mirar más allá, como hicieron nuestros padres, y construir el amor no solo bajo el nombre de la pasión. Que la pasión sea solo eso, un ingrediente más, necesario en sus dosis saludables, para elaborar ese brebaje mágico llamado amor, ese veneno llamado amor.

Porque el amor aúna fatalismo, soledad y tragedia; pero también el más hermoso de los Paraísos!!

Me voy a la Farmacia a ver si me venden, sin receta, un frasquito de este brebaje llamado amor…quiero envenenarme!!!

Pero… ¿Acaso el amor se vende en Farmacias?


Por cierto…. ¿aún no sabéis lo que hacen nuestros padres cuando no estamos en casa? ¿No? Aquí os dejo la respuesta….