miércoles, 4 de noviembre de 2009

¿SOLEDAD?


El domingo estuve todo el día paseando, yo creí que lo necesitaba, pero a lo mejor me equivoqué y lo que creía que era una buena terapia farmacológica solo se transformó en ponzoña para mis sentidos.

Por la mañana estuve en Moyano y luego paseando por El Retiro, hacía un día precioso, el sol inundaba El Retiro y una alfombra de hojas amarillas cubrían los senderos por los que decidí perderme. Familias enteras paseando, niños corriendo seguidos de sus padres, ancianitos sentados en un banco viendo la vida pasar, parejas besándose sobre el colchón de hojas secas, amigos conversando mientras que hacen planes para esa misma tarde…y fue en ese mismo instante cuando la melancolía, la soledad y sobre todo las frustraciones clavaron su aguijón nuevamente sobre mi piel, veneno para mi mente.

Por la tarde decidí que no debía quedarme en casa y me obligué a perderme por las calles más céntricas de Madrid, un bullicio ensordecedor de gente haciendo cosas, aprovechando al máximo el fin de semana, terrazas llenas de amigos tomando algo mientras charlan sobre los sinsabores y también sobre las alegrías de la vida, soledad manifiesta, soledad que hace daño.

Hasta hace poco me encantaba la soledad, yo la elegía porque me gustaba hacer cosas solo, estaba acostumbrado, era incluso feliz respetando esa parcelita para mí mismo pero me he dado cuenta que cada vez llevo peor la soledad, que me da miedo acabar solo, que necesito las regañinas de mi madre y la compañía de un amigo. Que necesito de vez en cuando sentir que la gente me quiere, que me lo demuestre, que está ahí cerquita. Porque en cuestión de afectos te gusta dar pero también recibir.

Muchas veces pienso incluso que no estoy respetando aquella promesa que hice de ser sincero conmigo mismo y con los demás, diciendo aquello que me gusta y también lo que no me gusta, callándome cosas que me gustaría decir y que sin embargo no digo, no se por qué.

Por eso, desde el domingo pasado, incluso desde el viernes, un torbellino de sensaciones y de pensamientos atormentan mi cabeza y los paseos domingueros no lo atenuaron. Así que esta semana en la que parece que las temperaturas bajaron pero el sol no se esconde, está siendo dura, larga y cuesta arriba. Son semanas que sientes que cuestan.

Desde el principio decidí que este blog sería un espejo de mi mismo y que jamás mentiría o dejaría de ser sincero con mis pensamientos, así que muchas veces me evado y utilizo este blog como terapia, me imagino sentado en un diván al lado del mismísimo Sigmund Freud y olvido por un instante que al otro lado estáis todas aquellas personas que leéis este espacio y a las que debo estar aburriendo inmensamente. Por eso muchas veces no se si hago bien expresando ciertas cosas que a lo mejor debería callarlas, encerrarlas bajo llave en lo más profundo de mi mismo. Pero en fin, espero que sepáis perdonarme.

Por eso, yo pienso que la soledad es llevadera solo si la eliges, si no puede ser un látigo. En silencio, la soledad es un rumor insoportable.

Y a veces un látigo me golpea fuertemente sobre la espalda y un rumor ensordecedor perfora mis oídos….

¿Será la edad? ¿El miedo a la soledad? ¿Las inseguridades? Será la vida que pasa demasiado deprisa y sientes que estás desaprovechando el tiempo, sientes que la soledad es tu mayor enemigo….

Quizás sienta soledad..... ¿o quizás es miedo?

4 comentarios:

Rocio dijo...

Para empezar te dire que no es ningún aburrimiento el leer cada día este espacio y no te lo digo en este momento, ya te he comentado muchas veces, que cada mañana enciendo el ordenador espectante para ver que has escrito mientras desayuno.

Por otro te dire que entiendo lo que dices, pero ni estas solo, ni nunca lo estaras, al menos, yo quiero caminar siempre al lado tuyo (aunque nos pasemos la vida "discutiendo" jeje), pero si ésta es una manera de reivindicar que necesitas mas a la gente, intentare esforzarme un poco mas, para que te desaparezcan esas sensaciones.

Sabes que te quiero mucho Cukin!!!!!!

besitos

Ana dijo...

Si nos aburrieras... pues yo creo que no seguiría aumentando el contador como lo hace día a día ¿no crees?

Con respecto a la soledad... te entiendo perfectamente. Yo también he vivido situaciones muy parecidas algunos domingos.

No hay peor soledad que aquella en la que uno se siente solo rodeado de mucha gente...

¡Un beso!

Esther dijo...

Estoy super enganchada a tu blog, y más ahora q tengo mucho tiempo libre en casa cuando la nena se duerme. Escribes precioso pero muy triste, espero q en breve empieces a escribir alegre y esperanzador.
La gente como tú jamas estará sola, solo tienes q coger el telefono y llamar cuando eso te pase. Eres maravilloso. Muchos besos

Santy dijo...

MUCHISIMAS GRACIAS A LAS TRES!!!

Gracias por leer cada día este blog, por participar y dejar vuestras impresiones, gracias por los animos y sobre todo gracias por estar ahí...

Vosotras si que sois maravilosas!!!

besos