Hoy martes, como todos los años, una panda de energúmenos que se amparan bajo el escudo de la tradición, se dispone a maltratar a un toro, uno de los más famosos toros, EL TORO DE LA VEGA. clavándole lanzas por todo el cuerpo hasta que el animal muere.
Hoy es un día triste, un día en el que me da vergüenza pertenecer a la clase humana, un día en el que unos cuantos sádicos disfrutan con el sufrimiento de los animales, un día para olvidar.
Esta sangrienta fiesta consiste en perseguir a un toro por el campo hasta que se le arrincona en un lugar del que jamás volverá a salir. Es en este momento cuando un grupo de cobardes lanceros montados a caballo empiezan a clavar lanzas al toro por todo el cuerpo, en el lomo, en la cara, en la cabeza, en el corazón, en los riñones….hasta que el toro muere desangrado.
Todo esto me demuestra que la teoría de la evolución que pronosticó Darwin no se ha llevado a cabo en todos los humanos y algunos australopitecus todavía viven en nuestra sociedad, repitiendo año tras año este salvajismo que ellos llaman fiestas.
¿Cómo alguien en su sano juicio es capaz de justificar actos así? Esto no es fiesta, esto es un maltrato animal de tal magnitud que debería estar penado, una fiesta de la que están orgullosos, por la que pegan incluso a los reporteros que se acercan a Tordesillas a hacer su trabajo….si tan orgullosos están de su fiesta, ¿por qué siempre quieren ocultarlo a las cámaras?
No me puedo creer que todavía, en el siglo en el que estamos, se siga llevando a cabo esta tortura asesina y que la gente, orgullosa de ello sea capaz de llevar incluso a sus hijos pequeños a ver como un toro indefenso muere desangrado a manos de unos lanceros que parece ser que necesitan demostrar su hombría de esta manera. ¿Qué pretenden estos padres? ¿Educar a sus hijos bajo el manto oscuro de la crueldad y el maltrato hacia los animales? Siento vergüenza ajena….yo jamás inculcaría a mis hijos estos valores. Mis hijos crecerían siempre al amparo de la libertad pero respetando unos principios que creo que son primordiales, crecerían inculcándoles el valor del esfuerzo, la importancia de la familia, de los amigos, lo primordial de tener inquietudes, aficiones, lo enriquecedor de abrir un buen libro, lo importante de estudiar, lo saludable que es hacer deporte, el respeto por la naturaleza, la grandeza de respetar la sabiduría de las personas mayores, etc. Así crecerían mis hijos, pero jamás sería capaz de enseñarles que tienen que disfrutar con el sufrimiento ajeno y sentirse orgullosos por maltratar a los animales.
Pero desgraciadamente, mañana como otros años esta práctica salvaje se llevará a cabo y nada ni nadie lo impedirá. Solo nos queda denunciar y repudiar a todos los que se atreven en nombre de “la tradición” a justificar prácticas como estas.
Hoy es un día triste, un día en el que me da vergüenza pertenecer a la clase humana, un día en el que unos cuantos sádicos disfrutan con el sufrimiento de los animales, un día para olvidar.
Esta sangrienta fiesta consiste en perseguir a un toro por el campo hasta que se le arrincona en un lugar del que jamás volverá a salir. Es en este momento cuando un grupo de cobardes lanceros montados a caballo empiezan a clavar lanzas al toro por todo el cuerpo, en el lomo, en la cara, en la cabeza, en el corazón, en los riñones….hasta que el toro muere desangrado.
Todo esto me demuestra que la teoría de la evolución que pronosticó Darwin no se ha llevado a cabo en todos los humanos y algunos australopitecus todavía viven en nuestra sociedad, repitiendo año tras año este salvajismo que ellos llaman fiestas.
¿Cómo alguien en su sano juicio es capaz de justificar actos así? Esto no es fiesta, esto es un maltrato animal de tal magnitud que debería estar penado, una fiesta de la que están orgullosos, por la que pegan incluso a los reporteros que se acercan a Tordesillas a hacer su trabajo….si tan orgullosos están de su fiesta, ¿por qué siempre quieren ocultarlo a las cámaras?
No me puedo creer que todavía, en el siglo en el que estamos, se siga llevando a cabo esta tortura asesina y que la gente, orgullosa de ello sea capaz de llevar incluso a sus hijos pequeños a ver como un toro indefenso muere desangrado a manos de unos lanceros que parece ser que necesitan demostrar su hombría de esta manera. ¿Qué pretenden estos padres? ¿Educar a sus hijos bajo el manto oscuro de la crueldad y el maltrato hacia los animales? Siento vergüenza ajena….yo jamás inculcaría a mis hijos estos valores. Mis hijos crecerían siempre al amparo de la libertad pero respetando unos principios que creo que son primordiales, crecerían inculcándoles el valor del esfuerzo, la importancia de la familia, de los amigos, lo primordial de tener inquietudes, aficiones, lo enriquecedor de abrir un buen libro, lo importante de estudiar, lo saludable que es hacer deporte, el respeto por la naturaleza, la grandeza de respetar la sabiduría de las personas mayores, etc. Así crecerían mis hijos, pero jamás sería capaz de enseñarles que tienen que disfrutar con el sufrimiento ajeno y sentirse orgullosos por maltratar a los animales.
Pero desgraciadamente, mañana como otros años esta práctica salvaje se llevará a cabo y nada ni nadie lo impedirá. Solo nos queda denunciar y repudiar a todos los que se atreven en nombre de “la tradición” a justificar prácticas como estas.
3 comentarios:
Que falta de sensibilidad, seguimos siendo un pueblo cateto en muchos aspectos.
Por cierto no sé si he solucionado el problema de los comentarios que me dijiste, intentalo y ya me cuentas si siguen habiendo problemas.
siiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!! el problema con los comentarios de tu blog parece ser que se han solucionado porque ya he podido hacer algun comentario a tus entradas....asiq ahora me tendras mas a menudo en tus entradas...jejejje
que hiciste??? he visto que has sacado los comentarios de la entrada...parece que funciona no???
un abrazo
La verdad es que no sé que es lo que hecho exactamene, cambié algo sobre los comentarios en las opciones; pero vamos que si funciona estupendo.
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