No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Esto aparte, tengo en mí todos los sueños
(Fernando Pessoa)
Ayer por la noche tuve un sueño precioso, demasiado hermoso para ser real….
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba con los sueños, harto de pesadillas o sueños que me inquietan durante toda la noche, sueños de los que apenas quedan briznas de recuerdo a la mañana siguiente…
Pero en la noche del Martes eso cambió, y estuve durante toda la noche viviendo en un sueño algodonoso, levitando de dicha, durmiendo en un dulce y profundo abismo de felicidad.
Todo parecía real, me acuerdo de todo, nombres, lugares, situaciones….como olvidarlo!!! Por un momento pensé que los sueños podían hacerse realidad, por un momento creí en la fuerza real de los sueños.
Lo malo fue cuando sonó el despertador a las 6:30 horas de la mañana. Me desperté convencido de que todo era real con una sonrisa bobalicona en el rostro, suspiré, apagué la alarma, extendí el brazo y acaricié el lado derecho de mi cama. La cama estaba vacía, las sábanas olían a ausencia y desdicha. Y en ese momento fui consciente de que estaba solo, en la más absoluta soledad, y que todo había sido un sueño, un sueño muy hermoso pero demasiado corto, tan fugaz como lo es siempre la felicidad, tan irreal como lo es a menudo el amor…..
Desde entonces no creo en los sueños…..
SaNtI iNcRéDuLo
No hay comentarios:
Publicar un comentario