Un microrrelato que me ha encantado para comenzar este lunes más duro de lo habitual....
MANO
Comienza el día con un manotazo al despertador. Mano que remueve el azucar y conecta la radio. La misma mano en carretera su dedo corazón a un gilipollas y que señalará después objetivos sobre un tablón. Mano con cuchara, mano con tenedor, mano que tecleará hasta bien tarde y se aferrará de nuevo al volante del regreso. Ya en la noche, esa mano picotea nerviosa entre los botones del mando hasta dar con una escena de sexo explícito. Mano de santo.
Roberto Moso, Polvo: Relatos liofilizados de pompas de
papel, Erein, San Sebastián, 2010
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